Claro que sí, los masajes son excelentes. Pero profundicemos un poco más: ¿qué tipo de masaje realmente te produce escalofríos? Existen muchos métodos diferentes, y todos son muy distintos. ¿Buscas algo un poco más intenso (en el buen sentido), como un masaje de tejido profundo? ¿O un masaje más reparador, ideal para el entrenamiento, como el que podrías encontrar en Equinox? Quizás sea el clásico masaje sueco, que es el que ofrecen muchos spas médicos, ya que combina lo mejor de ambos mundos. O quizás sea algo que nunca hayas probado, como el abhyanga.
¿Qué es el abhyanga, también conocido como masaje ayurvédico?
La técnica ayurvédica del abhyanga, o masaje con aceite, ofrece beneficios físicos como la liberación de la tensión muscular, el drenaje linfático y una piel más nutrida de pies a cabeza. Se distingue de otros masajes por su enfoque en la piel, en lugar de solo en los músculos subyacentes. Desde los aceites utilizados hasta las técnicas que estimulan la circulación, es como un masaje facial para todo el cuerpo. Para alguien acostumbrado a masajes que hinchan el cuerpo como la masa de pizza (¡somos lo que comemos!), el abhyanga es diferente.
El objetivo principal del terapeuta es el bienestar, y en la India, esta técnica está profundamente ligada al concepto de autocuidado. «Sneha» es la raíz de la palabra para este tipo de masaje terapéutico en sánscrito, explica la doctora ayurvédica Pratima Raichur, y también significa «amor». Según tu tipo de piel, el Ayurveda recomienda realizar abhyanga desde una vez por semana hasta a diario.a través de enlace masaje ayurveda valencia sitio web
¿Qué lo diferencia de un masaje terapéutico convencional?
El uso abundante de aceites esenciales y la atención a los factores energéticos específicos del cuerpo hacen que el masaje ayurvédico sea diferente del masaje sueco común.
Además, no esperes un masaje muy intenso; la terapia se centra más en controlar tus zonas de energía y liberar la tensión emocional que en aliviar las contracturas musculares.
Fui al Pratima Medspa de la Dra. Raichur en Manhattan, un centro de belleza, gracias a su prestigiosa lista de clientes, entre los que se encuentran la modelo Constance Jablonski, la escritora Fariha Roisin y la fundadora de Third Ritual, Jenn Tardif, todas ellas fieles seguidoras de Pratima.
«Aunque existe una secuencia y un método terapéutico específicos para el masaje abhyanga del Ayurveda», explica la Dra. Raichur, «cada sesión se adapta a la persona y a su dosha particular». Según el Ayurveda, las combinaciones de los elementos (aire, espacio, fuego, agua y tierra), llamadas doshas, se dan de forma natural en cada uno de nosotros. Los aspectos deben mantenerse en perfecta proporción; sin embargo, en muchas personas, estos se desequilibran ligeramente: puede haber un exceso de Vata (aire y espacio), Pitta (fuego y agua) o Kapha (agua y tierra). El Ayurveda busca equilibrarlos.
¿Qué debo esperar cuando vaya?
Se recomienda a los nuevos visitantes llegar al Spa Pratima 15 minutos antes de su consulta para completar un formulario de admisión detallado. El Dr. Raichur ofrece citas de bienestar para quienes se inician en el Ayurveda, pero si no hay disponibilidad, el formulario es útil. Además, según el Dr. Raichur, los especialistas pueden observar las características de los doshas. Por ejemplo, las personas con dosha Vata suelen tener la piel seca, mientras que las personas con Kapha tienen la piel más grasa. Pitta, una combinación enigmática de fuego y agua, se manifiesta comúnmente con piel mixta.
Todo esto se utiliza para encontrar el procedimiento de masaje ideal para ti.
Aquí tienes lo que pasó
Después de completar mi formulario, me puse una bata y bebí un vaso de agua mientras mi especialista, Sabine, me hacía algunas preguntas de seguimiento. ¿Tenía calor o frío generalmente? Siempre frío. ¿Me salían granitos? Sí, a veces. Sabine identificó que mi dosha era principalmente Vata con un poco de Pitta, y se puso a preparar los aceites que usaríamos en mi tratamiento. «Nuestra mezcla de aceite Vata es la más rica», dice el Dr. Raichur sobre el aceite que Sabine usó en mi cuerpo. Reservó el aceite Pitta, un poco más ligero y antiinflamatorio, para mi rostro, donde soy más propensa a los brotes; un pequeño tratamiento facial es una recompensa del tratamiento. (Nota: si eres sensible a los aceites esenciales, probablemente la terapia de masaje ayurvédico no sea para ti). Los aceites se calentaron en mi habitación y se aplicaron generosamente en cada parte de mi cuerpo.
Como persona acostumbrada al masaje rápido de la terapia occidental, la sensación del abhyanga me sorprendió al principio. Mientras Sabine recorría mi cuerpo, sus manos se movían en círculos suaves y rítmicos que apenas perturbaban mi musculatura. Esta presión también fue personalizada para mí. «Se utiliza un toque sátvico suave para Vata, un toque rajásico más profundo para Pitta y un toque tamásico aún más profundo para Kapha», explicó el Dr. Raichur. Si bien creía desear ese masaje más profundo, no tenía mucho Kapha en mi organismo; ¿acaso el tipo de masaje incorrecto me había estado desequilibrando todo este tiempo? Tumbada en la camilla (calentada, por cierto) me sentía como en un torbellino: la coreografía del masaje giraba como olas que me envolvían los brazos y las piernas, y a veces Sabine realizaba movimientos que me sacudían todo el cuerpo. Me sentía como en medio de un tornado. ¿Sería esta experiencia acuosa el Kapha que me faltaba?
Sabine notó que mi cuerpo absorbía muy bien el abundante aceite, una excelente señal para sus dotes de diagnóstico, a juzgar por mis piernas escamosas y mi regreso a casa con ropa muy ajustada. «En un escenario adecuado», dice el Dr. Raichur, «las horas de un masaje abhyanga deben ser lentas y relajantes, permitiendo que los aceites se absorban el mayor tiempo posible». Aunque Sabine me aconsejó emulsionar el champú con un poco de agua y aplicarlo sobre el cabello seco antes de ducharme, después de tres lavados, seguía teniendo el pelo muy graso por la mañana. Sin embargo, me hice una coleta y dejé que los aceites actuaran como una especie de masaje capilar relajante durante un rato más de lo que me resultaba cómodo. Con un poco de paciencia, mi cabello estaba más suave que dos días antes. De hecho, me sentía más suave de pies a cabeza.
Mis reflexiones finales
No hace falta ser seguidor del Ayurveda para disfrutar de un masaje abhyanga, pero sí es necesario tener la mente abierta sobre lo que se espera de un masaje. ¿Te enderezará todos los músculos de la espalda? Probablemente no. Pero al salir del gimnasio de Pratima, me sentí de alguna manera revitalizada: relajada, cómoda y mucho más serena de lo que debería haber estado un martes por la noche en el Soho. El Abhyanga se conoce frecuentemente como la terapia de masaje radiante, y ese resplandor se origina desde el interior hacia el exterior, afirma el Dr. Raichur. Lector, ojalá pudiera contarte si irradiaba belleza mientras volvía a casa aquella noche, pero perdí el conocimiento demasiado pronto para saberlo. Fue… ideal.
